lunes, 19 de octubre de 2009

LA GENERACIÓN DEL COPY - PASTE: CAPACITACIÓN ES EDUCACIÓN

POR QUÉ CUESTA TANTO LA CAPACITACIÓN: LA GENERACIÓN DEL COPI-PEIS
Por: Mtra. Martha Nieto Cater
Cada vez que escucho la palabra CAPACITACIÓN me da una flojera incomparable. No me da flojera la capacitación como tal pues esa es, indudablemente, la solución a muchos de nuestros problemas de subdesarrollo. La resistencia proviene de seguir constatando que todos hablamos de capacitar pero muy pocos nos capacitamos o capacitamos a los demás. Y aquellos que sí invierten en la capacitación suelen decepcionarse porque el resultado final no es el que esperaban.
La Capacitación es un término trillado y prostituido que se ha quedado en buenas intenciones. Existen innumerables empresas dedicadas al famoso “coaching”, a la consultoría, a la asesoría, pero muy pocas se dedican realmente a la capacitación efectiva.

El problema de nuestro país es que la educación primaria es tan defectuosa, incipiente e inútil que sólo con la capacitación posterior logramos rellenar esos huecos intelectuales y esas deficiencias creadas por nuestro sistema educativo. Si no me creen, pídanle a otra persona que calcule un porcentaje o el precio unitario de un producto o, simplemente, haga una multiplicación de más de un dígito sin usar la calculadora. Nuestro sistema educativo enseña a memorizar y no a pensar; a leer pero no a comprender lo leído. Enseña a acreditar materias para cumplir una historia académica pero no orienta al alumno para que descubra sus propias ventajas comparativas e inclinaciones, y elija con asertividad aquel oficio, aquella carrera o aquella vocación que lo lleve al éxito.
Nuestros estudiantes detestan las matemáticas, las ciencias y la filosofía; tres ámbitos indispensables para el desarrollo de un país. Sea porque les “tocó” un profesor que no sabía explicar, o un profesor que no amaba lo que enseñaba y, por tanto, no podía transmitir ninguna motivación hacia la materia, o por no tener en casa ningún acicate para acercarse a las ciencias, lo cierto es que nuestros estudiantes suelen preferir las materias que requieren poco esfuerzo y, definitivamente, poca lectura.
Las matemáticas, las ciencias, la filosofía, son materias que desarrollan en la persona la habilidad conceptual y analítica; en palabras más sencillas, nos enseñan lo más importante que requiere una persona para ser exitosa y útil a su comunidad: nos enseñan a pensar.
La educación básica en México es obsoleta y lejos de crear el incentivo en los niños de investigar, analizar, hacerse preguntas, los ha convertido en lo que yo llamo la GENERACIÓN DEL “COPIPEIS” (en inglés: copy-paste). El “copipeis” es la técnica adquirida por los estudiantes para hacer sus trabajos escolares utilizando información adquirida a través de internet. Encuentran la información en la red, la copian y la “pegan”, tal cual, sin análisis de ningún tipo, en sus trabajos escolares. Independientemente de quienes puedan considerar esto como un plagio, lo que resulta preocupante es la falta total de interés por la materia o el tema del trabajo, la apatía que priva en nuestros jóvenes para acercarse al conocimiento y hacerlo suyo.
Estas nuevas generaciones están en serios problemas pues cuentan con tecnología avanzada y acceso a información inmediata a tan solo un click de distancia. El internet es una herramienta poderosísima para la educación pero no sustituye el sentido común, el análisis intelectual o la síntesis literaria.
La UNESCO establece que un país medianamente desarrollado , cada habitante lee al menos 25 libros en promedio al año. Estamos hablando de leer 2 libros al mes. En países como Canadá y Noruega los habitantes leen en promedio 45 libros al año; en Estados Unidos leen 33. En México leemos 2.5 libros en promedio, por persona, al año.
Leer un libro nunca ha sido más fácil y más barato desde que se inventó el internet. El acceso a textos completos está al alcance de un click; no hay pretexto alguno para no leer. Pero si el alumno no tiene motivación de sus padres y de sus maestros para cultivarse con una buena lectura, no tendrá motivación alguna para investigar, para aprender, para ser dueño del conocimiento.
La única manera de resarcir el daño causado por -al menos-, trece años de estudios (educación primaria, secundaria y preparatoria) es capacitar a los jóvenes que accesan los puestos de trabajo y dedicarles un buen tiempo antes de delegarles la responsabilidad. Incluso con egresados de las universidades (públicas y privadas) se requiere de la capacitación pues a éstas les falta incluir en sus programas de estudio la práctica profesional que realmente enseña al alumno a aplicar lo aprendido en el aula.
La capacitación es entonces una necesidad básica en nuestro país mientras que en países desarrollados es tan solo un complemento a una base intelectual ya adquirida. Y por eso es tan importante CAPACITAR pues es la única forma de contar con recursos humanos adecuados a los puestos de trabajo que demandan nuestras empresas.
Por esto, hoy más que nunca, la capacitación es indispensable en nuestro país. Mientras no resolvamos el problema educativo en el cual estamos inmersos, tendremos que seguir recurriendo a la capacitación para contar con recursos humanos preparados y capaces. Esta capacitación no la paga el Estado, ni los padres de familia. Esta capacitación corre por cuenta del empresario y así será en tanto no avancemos en competitividad en el ámbito educativo.
La capacitación no resuelve el problema del todo pero si la impartimos de manera adecuada, educando en el manejo de las herramientas idóneas, contaremos con personal exitoso y, en el mejor de los casos, deseoso de seguir aprendiendo. Y esa será la mejor recompensa.