lunes, 19 de octubre de 2009

LA EDUCACIÓN NO ES UN GASTO ... SINO LA MEJOR INVERSIÓN

LA EDUCACIÓN NO ES UN GASTO… SINO LA MEJOR DE LAS INVERSIONES
POR: Mtra. Martha Nieto Cater
De acuerdo con el último reporte (2008-2009) del Foro Económico Mundial sobre Competitividad, México sufrió un retroceso preocupante: de tener el lugar # 52 en años anteriores, caímos al lugar #60. La Competitividad se mide a partir de 12 índices o factores.
Los factores más relevantes en los cuales perdimos competitividad son: la falta de talento e innovación, baja calidad en educación y capacitación, baja eficiencia y credibilidad en nuestras instituciones públicas, poca credibilidad en nuestros sistemas políticos, falta de leyes laborables ágiles y menos onerosas para las empresas, la falta de una política energética asertiva, la baja productividad de nuestra mano de obra, el mal manejo de los recursos naturales, la altísima dependencia de nuestros mercados con Estados Unidos y la falta de un sistema político representativo.
Todos los factores antes mencionados son importantes y están estrechamente correlacionados. Me parecen realmente preocupantes la falta de una educación y una capacitación eficientes pues de ello dependen, entre otros, factores como la innovación, la productividad y el mejoramiento en el nivel de vida de los ciudadanos. De ahí el dedicar este artículo al análisis de la educación en nuestro país.
México ocupa el lugar # 74 de 134 países en el factor EDUCACIÓN MEDIA Y CAPACITACIÓN; el lugar # 109 en CALIDAD DEL SISTEMA EDUCATIVO; el lugar # 90 en INNOVACIÓN y el # 110 en EFICIENCIA DEL MERCADO LABORAL (productividad).
La base de todo está en la educación. Desde nivel primaria, hasta el nivel de educación superior, México tiene un gran reto por vencer pues requiere de una reforma educativa de raíz y con visión de largo plazo.
Los resultados de las pruebas aplicadas a nuestros estudiantes demuestran una deficiencia muy importante en las áreas de matemáticas y ciencias, así como en la de informática y sistemas. Para que un país pueda innovar, dar valor agregado a sus materias primas transformándolas en bienes para el consumidor final, desarrollar nuevas tecnologías, utilizar eficientemente la informática, los sistemas de cómputo y las bases de datos para mejorar sus procesos productivos y ser más productivo y competitivo frente a otros países, requiere de profesionales capacitados en las áreas de: CIENCIAS, MATEMÁTICAS, INGENIERÍAS. México obtuvo el lugar # 124 (de 134 países) en la calidad de su educación matemática y científica.
No avanzamos en la cadena de valor al pasar de la materia prima al producto terminado porque no contamos con la investigación y el desarrollo de nueva tecnología; no tenemos al profesional capacitado para crear, inventar e implantar nuevos procedimientos, sistemas y procesos.
De acuerdo con el estudio mencionado, nuestro país tiene muy baja calidad en su Educación Media y Superior y “requiere de una fuerza de trabajo calificada, en permanente aprendizaje y adaptable” (World Economic Forum 2009), y esto sólo se logra con inversiones inteligentes y de largo plazo en el sector EDUCACIÓN.
México cuenta actualmente con un total aproximado de 2´500,000 de estudiantes en educación media superior. De acuerdo con datos de la Secretaría de Educación Pública, el 43% de estos estudiantes están estudiando carreras relacionadas con las Ciencias Sociales y Administrativas, es decir, área de SERVICIOS. En ciencias exactas, matemáticas y ciencias de la salud está únicamente el 10% de la población estudiantil.
Esta composición de futuros profesionistas habla por sí sola: si la mayoría de nuestros jóvenes se inclina más por las áreas de servicios y no por las de ciencias, tecnología, educación, salud y ecología, tendremos generaciones pletóricas de administradores, contadores, abogados, mercadólogos, prestadores de servicios turísticos, financieros y políticos, que no tendrán las herramientas para poder hacer que las empresas públicas y privadas avancen, sean más eficientes y productivas. Porque también las empresas públicas y las instituciones gubernamentales TIENEN LA OBLIGACIÓN DE SER PRODUCTIVAS.
De acuerdo con la Secretaría de Educación Pública, en su Segundo Foro Parlamentario de consulta, las profesiones mejor remuneradas y en donde es más fácil conseguir empleo pues la demanda por parte de las empresas es mayor, son : Ingenierías Civil, Mecánica, Eléctrica; Ingeniería de Transporte Aeronáutica, Matemáticas, Ingenierías Biomédicas, de Extracción e Industriales. Sin embargo, la mayoría de los alumnos matriculados estudian carreras como: Sicología, Turismo, Enfermería, Nutrición, Administración, Contabilidad, Derecho, finanzas, Mercadotecnia, etc en las cuales hay mucho mayor competencia por los puestos de trabajo y, por lo tanto, los sueldos suelen ser menos atractivos.
La consecuencia de esta tendencia excesiva hacia el estudio de carreras en el ramo de las Ciencias Sociales y Administrativas y la falta de interés por las carreras que impulsan la creación del conocimiento, la innovación y el desarrollo de nuevas tecnologías, ideas y procesos deja un hueco, un vacío en las empresas que no puede llenarse más que con importación de tecnologías de otros países, o con franquicias, o con copias mal hechas de lo que hacen otros países.
Si tuviésemos la CAPACITACIÓN adecuada dentro de las empresas podríamos subsanar de alguna forma esta carencia de nuestro sistema educativo. Desgraciadamente, sabemos que la capacitación que reciben los trabajadores (si es que la reciben), deja mucho que desear y casi nunca cumple su cometido: después de estudiar su curso de capacitación, el empleado regresa a la empresa y No aplica lo aprendido porque ya se le olvidó, o porque no era exactamente el tipo de curso requerido. Ante la crisis económica, el primer recorte de presupuesto suele ser en el área de capacitación.
Es preferible empezar por la educación básica, tanto en casa como en la escuela.
¿Cómo lograr que nuestros niños se interesen por aquellas áreas del conocimiento que generan más conocimiento? ¿Cómo enseñarles algo que no tenemos? Probablemente se trata de un asunto que compete tanto al núcleo familiar como a la Educación Básica. Tenemos que encontrar aquellos patrones de educación que invitan a los niños a hacerse preguntas, a cuestionar lo que les rodea, a interesarse por el cómo y el por qué; requerimos de disciplinas que enseñen a nuestros niños a PONER ATENCIÓN, a retener ideas, a sintetizar y conceptualizar. Difícil tarea para los padres que no fueron educados bajo ese mismo esquema pues lo que no conocemos no lo podemos transmitir; pero no tan difícil para las escuelas de Educacion Básica. Estas son las responsables de aportar las herramientas para generar inquietud por el desarrollo científico y la innovación y, para que eso ocurra, tenemos que modificar nuestro sistema educativo en todos los niveles.
La reforma educativa debe pensarse para los próximos 50 años y no para el próximo sexenio. Por ejemplo, para que una campaña de salud a nivel nacional tenga éxito y empiecen a verse los resultados se necesitan, al menos, 10 años de publicidad permanente y constante a través de los medios masivos de comunicación. De la misma manera, un proyecto de reforma educativa que: cambie la forma de acercarse al conocimiento y a la creación; reactive la actitud de querer aprender más y ser mejor cada día; modifique la relación entre maestro y alumno para que, en vez de memorizar, genere interés y motivación por el conocimiento, requiere de, al menos 20 años de intenso reforzamiento y aprendizaje de las nuevas técnicas educativas. Sólo así podremos recibir en la educación media superior a jóvenes entusiastas, motivados y listos para aportar conocimientos nuevos a su sociedad y país.
La educación es sólo uno de los factores que requiere atención urgente pero, debido a su naturaleza, debe considerarse prioritario porque, de no empezar cuanto antes, no tendremos en el futuro cercano generaciones de profesionistas que realmente saquen adelante a este país que se está cayendo a pedacitos.
Tenemos que empezar por sanear el sindicalismo en la educación, por revisar y transformar los programas educativos de escuelas públicas y privadas, y de crear una verdadera vinculación entre la escuela y la empresa para que nuestros estudiantes encuentren empleo adecuado a su nivel y tipo de estudios.
Es hora de invertir en nuestros niños … porque la educación, así como la capacitación es UNA INVERSIÓN y no un gasto y será la única salida de la mediocridad en la que tenemos hundido a nuestro país.
Tus comentarios, sugerencias e inquietudes son bienvenidas: marthanieto777@yahoo.com.mx
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