jueves, 4 de junio de 2009

LA EMPRESA FAMILIAR: ¿CÓMO INMORTALIZARLA?

POR: MTRA. MARTHA NIETO CATER

En América Latina, 9 DE CADA 10 EMPRESAS SON FAMILIARES.
2 DE CADA 3 FRACASAN.
En México, más del 87% de las empresas son FAMILIARES. 8 DE CADA 10 EMPRESAS MEXICANAS MUEREN ANTES DE LOS DOS AÑOS DE VIDA.
¿Cuáles son las razones por las cuales nuestras empresas familiares tienen un índice de mortalidad tan alto?
¿Qué podemos hacer para inmortalizar, para darle permanencia a nuestra empresa a lo largo de la historia y de las distintas generaciones familiares?
Entendemos por empresa familiar aquel negocio cuya propiedad pertenece –en su totalidad o en su mayoría-, a miembros de una sola familia. Es importante señalar que en este tema, el concepto “familiar” se extiende más allá de la consanguinidad y se aplica también a los cónyuges.
La empresa familiar se caracteriza por su trabajo en equipo y por una gran fortaleza de lazos; suele endeudarse menos que una empresa no familiar; generalmente cuenta con una alta liquidez (incluso al grado de sobrecapitalizarse y mantener dinero en “stand by”). Es menos burocrática a la hora de tomar decisiones, más flexible, adaptándose de forma más rápida a los cambios del entorno. Los miembros de una empresa familiar suelen resolver sus problemas internamente y sólo en contadas ocasiones recurren a la asesoría externa formal.
Los integrantes de las familias se “ponen la camiseta” del negocio y adoptan una visión de largo plazo durante el arranque del negocio; sacrifican algunas comodidades durante los inicios de la empresa familiar con la esperanza de que ésta empiece a rendir frutos. Esta visión de futuro, de largo plazo, permite al negocio capitalizarse, reinvertir y crecer.
La lealtad, el compromiso y la dedicación al negocio son mucho más profundos y están más arraigados en la empresa familiar que en la empresa tradicional. Esta realidad, por sí sóla, debería darle a la empresa familiar el éxito rotundo y la permanencia y, sin embargo, no es así. Si la empresa familiar cuenta con TANTOS ATRIBUTOS POSITIVOS, ¿Por qué tan sólo UNA DE CADA TRES EMPRESAS FAMILIARES LOGRAN PASAR EXITOSAMENTE A LA SIGUIENTE GENERACIÓN?
Los factores que suelen “matar” a la empresa familiar mexicana son, entre otros:
-La falta de una planeación formal de largo plazo, con estrategias y objetivos claramente definidos en tiempo, cantidad y persona responsable.
-Resistencia al cambio: los padres suelen resistirse a aceptar de los hijos innovaciones, críticas o cuestionamientos a procesos que han funcionado por décadas; los hijos se sienten coartados al no poder llevar a cabo sus ideas o aportar su creatividad pues esto tiene un “costo” para el negocio y no hay certeza de que funcione. A pesar de estar preparados profesionalmente, los hijos pueden sentirse frustrados al no ser objeto de la confianza y delegación suficiente de responsabilidades.
-La delegación de autoridad, de responsabilidad y de manejo de los recursos suele centralizarse hasta el último minuto, en vez de capacitar y entrenar al sucesor mediante la delegación en la toma de decisiones cada vez más trascendentes para el negocio.
-Se trasladan los roles familiares al ámbito profesional cerrando así la posibilidad de conocer a los miembros de la familia desde otro ángulo o perspectiva: el primogénito de la familia sigue siéndolo en el negocio tenga o no las cualidades y liderazgo para manejar el negocio. Las mujeres ocupan puestos secundarios aún y cuando estén preparadas para asumir el liderazgo total; se crean diferencias entre hijos e hijas difíciles de enmendar más adelante.
-En aras de conservar el control total de la empresa, no se invita a socios externos. Todos los puestos de trascendencia son ocupados por miembros de la familia aún cuando éstos no estén del todo capacitados para ejercerlos.
-Se carece de foros en donde se discutan formalmente los asuntos importantes y se tomen decisiones grupales.
-Las decisiones pueden resultar emocionales, más que racionales, con poco sustento financiero, contable o de conocimiento del mercado.
-En las micro y pequeñas empresas, la falta de sistemas administrativos estandarizados, de personal capacitado y la asignación ineficaz de recursos, coadyuvan a su fracaso.
La buena noticia es que existen en el mundo organizaciones familiares con más de 200 años de vida. Esto significa que sí se puede lograr la inmortalización de la empresa familiar pero, para ello, es necesario:
1) Conocer los factores que ocasionan la muerte de la empresa familiar en general
2) Identificar y reconocer cuáles de esos factores afectan específicamente a nuestra empresa
3) Estar dispuesto a elaborar –en familia- las estrategias de sucesión que garanticen la vida y permanencia del negocio familiar y llevarlas a cabo.
4) Contar con foros formales para la toma de decisiones: el Consejo de Administración y el Consejo Familiar son dos órganos que nos ayudan a profesionalizar el negocio proporcionando un canal de comunicación objetivo y empresarial, y no emocional o personal.
5) Asignar las funciones, responsabilidades, sueldos y prestaciones de acuerdo con las capacidades y aptitudes de la persona. De preferencia, utilizar tabuladores de sueldos para hacerlos más equitativos.
6) Si no se cuenta con el familiar adecuado para ocupar un puesto de relevancia, contratar a un externo. El empleado externo puede ser muy útil para la empresa familiar al aportar ideas nuevas y distintas y ayudar a dar objetividad a problemas y soluciones.
7) Discutir abiertamente el tema de la sucesión: ¿cómo se llevará a cabo? ¿cuándo?
8) Profesionalizar las distintas áreas del negocio: elaborar y compartir estados financieros y contables para su análisis y discusión; elaborar Descripciones de Puestos y los Perfiles adecuados para ocuparlos; contar con Reglamentos de Trabajo, estandarizar sistema de prestaciones y tabuladores de sueldos; definir cómo se realizarán las promociones de puestos.
9) Si un miembro de la familia no quiere participar activamente dentro del negocio familiar, buscar otras formas de participación en la sociedad. No olvidemos que la finalidad es conservar el control de la empresa, es decir, el capital accionario. La propiedad del negocio es distinta de la operación del mismo. Es importante respetar a aquellos miembros de la familia que no desean emplearse directamente en el negocio familiar pero sí están dispuestos a participar como socios no activos.
Es importante recordar que las familias son dinámicas y están en continuo crecimiento… al igual que las empresas. Las necesidades de ambas van cambiando, lo mismo que el entorno.
Para seguir siendo competitivos es necesario PROFESIONALIZAR a la EMPRESA sin quitarle la riqueza de ser una EMPRESA FAMILIAR.
Para mayor información: (marthanieto777@yahoo.com.mx) Te sugerimos el libro del Dr. Imanol Belausteguigoitia sobre Empresa Familiar.