martes, 9 de marzo de 2010

TANTITA CHAMBA PARA NUESTROS LEGISLADORES

TANTITA CHAMBA PARA NUESTROS LEGISLADORES
POR: Mtra. Martha Nieto Cater
Febrero, 2010
Muchos de los cuellos de botella que enfrentamos en la Isla de Cozumel se deben a la falta de una legislación atinada, coherente, diseñada a la medida y necesidades de una Isla y no de un mero destino turístico.
Las islas se caracterizan, entre otras cosas, por la fragilidad y vulnerabilidad de sus ecosistemas y requieren por ello de una visión de largo plazo y una planeación estratégica por encima de grupos políticos y sociales. De otra forma , se corre el riesgo de convertirlas en un basurero. Si, además, convertimos una isla en un destino turístico, el riesgo de acabar con ella se vuelve exponencial.

México no cuenta con una legislación específica para sus islas y esto pone en riesgo la supervivencia de las mismas. El caso de la Isla de Cozumel es grave y empieza a convertirse en un problema de dimensiones importantes. Al convertirse en un destino meramente turístico ,Cozumel apuesta “su resto” exclusivamente al sector de servicios y deja de lado cualquier otra actividad manufacturera, agrícola o industrial. Sabemos bien que el turismo es una actividad muy productiva pero también es invasiva y depredadora si no empezamos nosotros mismos a respetar y hacer respetar nuestros propios ecosistemas y recursos vitales.
Para el desarrollo sustentable de nuestras islas y, especialmente, de Cozumel, requerimos de legislación especial en los siguientes temas:
-Recursos naturales y medio ambiente: la flora y fauna de la Isla, sus arrecifes, playas, selva, cenotes, lagunas, hacen indispensable una Ley de Medio Ambiente y Ecología especialmente diseñada para conservar y mejorar lo que tenemos.
-Movilidad urbana: es sumamente importante analizar el tipo de vehículos particulares y el tipo de transporte público para elegir el más adecuado para una isla como la nuestra. No es sólo por el tamaño del vehículo o por la seguridad y viabilidad que ofrecen, sino, lo más importante, por el tipo combustible que requerirán. Debe legislarse sobre la cantidad máxima de vehículos que podemos manejar en la isla para garantizar la supervivencia de ésta.
-Vinculación con el Estado y resto del país: Las islas no gozan de las mismas facilidades o “prestaciones federales” que tienen otras poblaciones establecidas en el resto del país. El equivalente a la carretera federal es nuestra carretera marítima que nos une a Playa del Carmen o a Calica. No sólo no gozamos del subsidio federal sino, lo peor de todo, pagamos IVA por la transportación marítima; impuesto que no se cobra en las carreteras de cuota del país La población que vive en una isla debe contar con una comunicación accesible hacia el resto del Estado. Sea vía marítima o aérea es necesario encontrar un esquema a nivel federal que garantice la comunicación de las islas con el resto del país. Además, debe existir una opción diferente para la transportación de la población local y la transportación para turistas. Evidentemente corresponde al Estado y al Municipio trabajar en conjunto para encontrar esa opción pero se requiere de la legislación a nivel federal para garantizar que dicha opción sea permanente y sobreviva a los cambios sexenales o trienios.
-Crecimiento urbano y construcción de viviendas. La mancha urbana debe delimitarse SIN EXCEPCIÓN ALGUNA si queremos mantener el equilibrio natural-humano dentro de la Isla. Los materiales y la forma de construir también deben someterse a requisitos estrictos para garantizar la seguridad de los habitantes ante huracanes. Se supone que existe un plan de desarrollo urbano de largo plazo. Sin embargo, pocos lo conocen y saben en qué consiste. Mientras este plan se quede a nivel local, la posibilidad de que sea respetado es casi nula. De no existir la normatividad a nivel federal es muy probable que cada nueva administración adecue dicho plan a sus intereses partidistas temporales.
-Construcción y concesión de muelles. Buena parte de la problemática de Cozumel estriba en la forma en la cual se han privatizado y concesionado los muelles actuales. Como conejillo de indias, Cozumel está pagando con creces los errores cometidos en la forma de concesionar el uso de sus muelles. No sólo se trata de la movilidad de turistas de cruceros y el facilitar que lleguen al centro de la ciudad, conozcan la isla, etc. El problema va más allá. No sabemos aún el impacto ambiental que tendrá en nuestros arrecifes la proliferación de embarcaciones de todos tamaños y tipos. La propia construcción de los muelles modifica de manera importante las corrientes, el desplazamiento y acomodo de la arena y tampoco sabemos las consecuencias de esto dentro de los ecosistemas marinos.
El crecimiento desmesurado de embarcaciones que ofrecen tours o actividades marítimas ya se salió de control. Continuamente vemos embarcaciones vendiendo servicios de todo tipo de entretenimientos (lanchas de fondo de cristal, esnorkel, buceo, paracaídas, motos de agua, etc); algunas de éstas operan sin contar siquiera con las licencias pertinentes, los seguros de responsabilidad civil o, al menos, el equipo adecuado. ¿Quién está supervisando a estas embarcaciones? ¿Quién está velando por la seguridad de nuestros turistas?
Es indispensable revisar las funciones de la API a nivel federal, estatal y municipal, y conocer sus alcances y también sus limitaciones. Debemos hacer exigible la Ley de Transparencia y tener acceso a la información: ¿cuánto ingresa Cozumel por atraque? ¿Cómo se reparte o clasifica este ingreso? ¿Cuánto se queda a nivel federal y cuánto regresa al Estado? ¿Se beneficia Cozumel directamente de alguna manera?
-Reciclaje, manejo de residuos, control de entradas y salidas. La legislación debe ser muy estricta en lo que al manejo de basura y desechos se refiere. Debe existir un control sanitario para todo lo que ingresa a la Isla, incluidos los pasajeros de cruceros y ferrys. Actualmente no existe ningún tipo de control y cada quien es libre de traer todo tipo de especies animales, plantas, materiales de construcción, envases de todo tipo, sin pensar en el efecto que van a tener una vez dentro de la Isla. Recordemos cuántas toneladas de basura de tablaroca se generaron a partir del huracán Wilma. Este es uno de los materiales más difíciles de manejar y desechar (especialmente cuando está mojado), y es bastante inapropiado para una isla en la cual, además, estamos expuestos a huracanes año tras año.
Hasta ahora hemos corrido con suerte en cuanto a plagas, virus como el de la rabia, especies venenosas, etc pero conforme siga creciendo la población estaremos más expuestos a un problema de salud más grave.
-Centro de Información. Aunque este tema no compete directamente a los legisladores sí es un tema prioritario a nivel federal. Si no contamos con bases de datos turísticos adecuados, ¡¿cómo podemos saber lo que está pasando? ¿qué decisiones vamos a tomar si no conocemos las premisas, el origen y comportamiento de los turistas??
Si no contamos con información turística veraz, mucho menos contamos con información demográfica local. Los censos cada diez años no sirven para tomar decisiones empresariales. Necesitamos crear nuestro propio centro de información que, a su vez, esté vinculado con un sistema de información a nivel nacional. Un país desinformado es un país subdesarrollado.
-Revisión de Ley Federal del Trabajo y ley del Seguro Social. En el ámbito turístico la gran mayoría de los sueldos y salarios se complementan con comisiones y propinas. La estructura fiscal y de seguridad social actual invita a la evasión de impuestos pues, si se declaran todas las comisionesy propinas, la carga impositiva para las empesas es descomunal. Necesitamos otro formato, limpio y sencillo, fácil de calcular y fácil de pagar.
-Migración: En los destinos turísticos la cantidad de residentes extranjeros permanentes es muy muy alta. Al día de hoy no hay forma de saber cuántos extranjeros viven en la Isla, y en el Estado en general, y de qué nacionalidad son. El único dato que conocemos es la cantidad de extranjeros q ue se encuentran haciendo algún
tipo de trámite migragorio. Al menos en Cozumel, la comunidad de extranjeros suele estar en la mejor disposición de participar y colaborar, de forma voluntaria incluso, para arreglar los problemas de la comunidad. Desgraciadamente, al no contar con un organismo que reúna los datos, que congregue a estos grupos, que escuche su problemática, perdemos la oportunidad de incorporarlos a las actividades de la comunidad. Echemos una mirada a la gran labor de la Humane Society, de la Cruz Roja y de tantos otros voluntariados: la participación de la comunidad extranjera es altamente loable.
-Certificación de proveedores de servicios. La única forma de profesionalizar los servicios turísticos es creando los programas de capacitación y de certificación para cada gremio. Es necesario certificar a vendedores, comisionistas, masajistas, estilistas, capitanes de embarcación, y, en general, a todos aquellos que brindan un servicio directo al turista. La certificación debería ser obligatoria para tener licencia de trabajo; tal y como se exige a las personas que laboran en cocinas y bares.
-Educación. La única forma de crear conciencia en la población de la importancia de conservar y preservar su entorno es mediante la educación. Sería excelente que pudiésemos implantar una materia en cada año escolar dedicada al conocimiento del entorno. Si los niños aprenden a amar y cuidar lo que la Isla les brinda, se convertirán en profesionistas con responsabilidad social y con compromiso personal de preservar su hábitat.
¿Nos hizo falta alguna otra cosa? Probablemente habrá un millón de ejemplos más pero podemos empezar por casa: cuidemos el agua, la energía eléctrica, separemos la basura, reciclemos, afinemos nuestro vehículo, asegurémonos de no dejar encendido el motor del mismo si no estamos en movimiento; mantengamos limpia nuestra casa y nuestra calle; ocupémonos de levantar la suciedad de nuestras mascotas; exijamos un transporte público no contaminante, adecuado a nuestra isla y a nuestras necesidades. Llevemos a nuestros hijos a conocer las especies silvestres y marinas, enseñémosles a cuidar su entorno, a no generar más basura, a respetar a nuestros vecinos, a cuidar su escuela.
Y a nuestros legisladores, pidámosles que vengan a platicar con nosotros y nos actualicen, nos cuenten lo que está pasando y las acciones que se están tomando. Mantengamos una comunicación constante con ellos para no “perderlos” una vez que se incorporan a su respectiva Cámara.

Comentarios bienvenidos: marthanieto777@yahoo.com.mx
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